El Plan de Control Territorial impulsado desde el 2019 por Nayib Bukele en El Salvador en la búsqueda de frenar la violencia ocasionada por las Maras se fundamenta en dos pilares:
Primero, referente al fortalecimiento de cuerpos de seguridad. Este pilar contempla acciones como la militarización de principales ciudades y zonas conflictivas, el hallanamiento de residencias en zonas marginales o marcadas como sospechosas, brindar mayor permisividad y autonomía a los cuerpos policiales en sus decisiones y acción, además de tener una postura firme y beligerante ante cualquier acto criminal.
Segundo, referente al control de centros penales. Este pilar contempla el endurecimiento de las medidas a la interna de las cárceles, la reubicación y traslado de PPL para cortar organizaciones y aumentar la restricción de servicios en la interna y en zonas colindantes de las prisiones.
En escencia el plan busca ir encontra de la organización de los grupos criminales y enfrentarlos de manera directa.